Después de una cirugía maxilofacial, empieza el postoperatorio y con él, los cuidados y medidas que van a conseguir minimizar sintomatologías, evitar la aparición de complicaciones y favorecer la cicatrización de la zona intervenida.

Una vez finalizada la cirugía bucal, será el especialista, el encargado de darnos las recomendaciones pertinentes así como, de prescribir una pauta farmacológica a seguir.

Cuidar la alimentación en los dos o tres primeros días posteriores a la operación es fundamental. Por eso es recomendable seguir una dieta blanda, que evite en la medida de lo posible la masticación y por tanto, tensionar la zona intervenida.

Otro aspecto a tener en cuenta, es que los alimentos estén a temperatura ambiente, para evitar el sangrado.

Fundamentalmente durante los primeros siete días, es apropiado acompañar este tipo de dieta con evitar cualquier tipo de acciones que pueden tensionar la zona. Evitemos los sobreesfuerzos físicos o el deporte. También queda terminantemente prohibido fumar, beber alcohol o tomar algún otro tipo de drogas.

Si añadimos a estos cuidados, la pauta farmacológica que ha dictado el cirujano, para evitar la inflamación y/o infección postoperatoria, mejoraremos enormemente los tiempos y la calidad del proceso curativo.

comer postoperatorio cirugia maxilofacial

 

La importancia de los líquidos tras una cirugía de la mandíbula

La primera fase de de la recuperación se basa en una dieta 100% líquida, es recomendable que el paciente ingiera 1,5-5l de líquido al día.

Podemos satisfacer nuestras necesidades calóricas. mediante suplementos nutricionales, siempre en forma líquida, que darán el aporte necesario de proteínas, calorías y vitaminas.
En caso de no poder tragar, podemos espesar agua añadiendo distintos preparados (maicena, sémola, tapioca…).

Una vez finalizada la dieta líquida, se recomienda pasar a una dieta semi-sólida que no requiera prácticamente morder ni masticar: tortilla francesa, pasta, arroz, patata cocida, etc. Esta dieta puede durar de tres a seis semanas desde que finalizó la cirugía, aunque puede ser más larga, sobre todo para los pacientes sometidos a ATM o cirugía reconstructiva.

 

Trucos que podemos implementar en una dieta blanda

  • Realizar 5-6 comidas al día para evitar momentos de vacío o de cansancio al masticar.
  • Comer reposadamente.
  • En caso de dolor al tragar, los alimentos muy fríos (como yogur, helado o batidos), ayudan a calmarlo.
  • Evitar alimentos calientes y condimentos ácidos o picantes.
  • Pasar los purés por un colador (chino) para no encontrar hilos, pieles, o grumos.
  • Reunir en un mismo plato la carne, pescado o huevos con verdura o ensalada y pan o pasta o arroz, en cantidades pequeñas para de esta forma, asegurar la variedad en los nutrientes que ingerimos.
  • Añadir siempre aceite de oliva (margarina o mantequilla) en crudo a los alimentos en las comidas principales, para aumentar el aporte de energía.
  • A los alimentos sólidos, una vez triturados, puede añadirles caldo, para tragarlos con mayor facilidad.